Nuestra Economía Circular

Nuestro “café circular”

En Caffè Borbone incluso los residuos generados por el proceso productivo pueden convertirse en un recurso para otros ciclos de consumo o producción.

En el departamento de torrefacción de la fábrica de Caivano, se tuestan unas treinta y cinco mil toneladas de café crudo al año. De los tostaderos se recuperan dos subproductos: las “silverskin”, es decir las películas plateadas que envuelven el grano de café, y el polvo de la criba. Estos materiales no se convierten en desechos, sino que se destinan al compostaje o a otras formas de valorización, como el uso en la producción de abonos. Los sacos de yute del café también se recuperan: en los últimos años se enviaban a una cooperativa social que los transformaba en bolsas de la compra, dándoles una nueva vida, mientras que hoy se entregan a empresas agrícolas, que los utilizan para cubrir con mantillo los terrenos. Así es, la yuta se emplea para recubrir el terreno y protegerlo de las malas hierbas, de la erosión y de la acción de la lluvia torrencial, manteniendo la humedad correcta y evitando la formación de la denominada costra superficial, mitigando la temperatura del suelo.